KieraBoone

✨Soy un hada viajera cuya brújula siempre apunta hacia nuevos horizontes. Los más de 30 países que he conquistado se han convertido no solo en puntos en un mapa, sino en páginas de mi vida escritas con los colores del exotismo y la inspiración. Desde selvas tropicales hasta cumbres nevadas, cada lugar deja huella en mi corazón, y mi maleta siempre está llena de historias que quiero compartir.

Mi cuerpo es un templo de armonía: líneas esbeltas, busto generoso, músculos tonificados en el gimnasio. Una buena alimentación y el entrenamiento no son una rutina, sino una celebración de mí misma. Creo que la salud es la base sobre la que se construye cualquier aventura. ¿Y después de correr o hacer yoga? Solo aire fresco y una sonrisa que dice: "Hoy me siento como una reina".

Mi mundo está lleno del ronroneo de mi gata, mi fiel compañera en casa. Pero eso no es todo: estoy dispuesta a abrazar a cualquier perro callejero o a pasar un día en el bosque observando aves. La naturaleza y los animales son mi fuente de inspiración. A veces me parece que mis ojos marrones brillan con la misma calidez con la que contemplo las focas o el amanecer sobre las montañas.

Me atrevo a admitirlo: el aburrimiento es mi talismán. Planifico cada ruta al detalle, pago solo con tarjeta (me encanta cuando aumenta el saldo de mi cuenta) e incluso mi café debe llevar dos cucharaditas de azúcar. Pero esto no es aburrido, ¡es el arte del orden! ¿Y el dinero? Debe contribuir a mi felicidad: nuevos países, bastones de trekking o comida para perros de refugio.

Mi imagen es un equilibrio entre libertad salvaje y sofisticación. Cabello castaño que me llega a los hombros como una cascada de secretos, y ojos color avellana que guardan en su interior todo el cosmos que he visto. Alta y esbelta, todo esto es solo una apariencia para alguien lista para desafiar al mundo o simplemente reír bajo las estrellas.

Que nuestro encuentro sea un viaje juntos, por senderos en la selva o por los pasillos de la vida cotidiana. Estoy acostumbrada a buscar aventuras, pero la mayor aventura puede estar muy cerca: con alguien que comparta mis risas, me apoye en los deportes y admire conmigo las puestas de sol... aunque estén teñidas del color del dinero.

P.D.: Sí, me encanta el dinero, pero solo cuando se convierte en entradas para lugares que me emocionan profundamente.