MeMarrison

Entra en su reino, si te atreves

Antes de atreverte a acercarte a Ella, comprende esto: no eres digno. Solo buscas permiso para servir a un poder divino y real de la naturaleza.

Ella es elegancia envuelta en una voluntad de hierro. Una presencia soberana cuyos crueles placeres no son para los débiles, y cuya estricta disciplina está reservada solo para los verdaderamente devotos. Su mirada despojará tu ego; sus palabras te reducirán a tu verdad.

Sin embargo, en la tormenta de su dominio yace el don más excepcional: un atisbo de misericordia. No la bondad como la conoces, sino la gracia sagrada de poder arrodillarte, respirar y existir en su presencia.

Esto no es fantasía. Esto es ritual. Esto es adoración. Esto es servicio.

Prepara tu mente, purifica tu alma y acércate con reverencia. Ella no juega. Ella manda.